sábado, 9 de febrero de 2013

UNA AUTOPISTA EN EL AIRE



Luego de mover más de 21 millones de personas en 2011, la industria aeronáutica en Colombia alcanzó un ritmo de crecimiento superior a la del mundo.

Las aerolíneas Aeroméxico, Insel Air, Jet Blue, Ocean Air, Tam o Tiara llegaron a Colombia durante los últimos tres años. Otras que habían dejado el país, como la venezolana Conviasa y la alemana Lufthansa, volvieron para recuperar el espacio perdido.
Y es que en Colombia la industria del transporte aéreo es cada vez mayor. La ampliación de las compañías existentes y la reconfiguración del mercado responden a la creciente demanda de viajeros. Al mismo tiempo, al ritmo de la globalización, las grandes empresas han desarrollado cadenas productivas basadas en diferentes países lo que las obliga a depender de la conectividad aérea.
Se trata de un negocio que al año en el territorio nacional mueve más de 21 millones de personas y 500.000 toneladas de carga, y que a partir de 36 prestadores del servicio genera más de 180.000 empleos entre directos e indirectos.

El nuevo panorama

El escenario actual es positivo como nunca antes. Durante los primeros ocho meses de 2012, el tránsito de pasajeros en el país ha crecido más que el del mundo. En ese periodo se registró un aumento del 12 por ciento con respecto al año pasado luego de movilizar 15,7 millones de personas. La meta al cierre de este años es superar los 21,5 millones de viajeros de 2011, lo que no será difícil de cumplir.
El transporte de carga, la otra parte del negocio, no se ha quedado atrás. En ese mismo periodo creció 5,5 por ciento (91.000 toneladas) en el tráfico nacional, mientras que la operación internacional aumentó 1,1 por ciento (368.000 toneladas).
Las cifras no resultan del azar. En cuanto a los viajes comerciales, nuevas opciones como las aerolíneas de bajo costo han contribuido considerablemente a la dinámica y la revolución del mercado. Con promociones de hasta 49.900 pesos por un tiquete, la propuesta ha conquistado parte importante de los consumidores.

"Hay una demanda represada, pues alrededor del 94 por ciento de los colombianos aún no ha viajado en avión": Juan Emilio Posada.
La estrategia radica en hacer del transporte aéreo una posibilidad accesible a cualquier ciudadano y no un lujo como suele percibirse. Con precios 

tan bajos crece la demanda y se generan niveles de ocupación de hasta 90 por ciento frente al estándar internacional de 80 por ciento. Luego, se cobran por aparte servicios extras como un espacio en la bodega para el equipaje o también la opción de abordaje preferencial y selección del asiento.
HITOS RECIENTES DE LA INDUSTRIA AÉREA:
• 1990. Llega American Airlines a Colombia.
• 1993. Empieza a operar AeroRepública.
• 2003. Aces se fusiona con Avianca/Sam para crear la Alianza Summa, que poco tiempo después se unifica en Avianca.
• 2003. En 2005 entran en liquidación AeroTaca, Intercontinental de Aviación y West Caribbean Airways.
• 2004. Germán Efromovich adquiere Avianca
• 2006. Copa Airlines compra AeroRepública.
• 2010. LAN compra Aires.
• 2010. Lufthansa vuelve a Colombia.
• 2012. Viva Colombia inicia operaciones.
Este tipo de compañías registran un crecimiento progresivo que por el momento parece no tener techo. Juan Emilio Posada, expresidente de Avianca y fundador de Viva Colombia, asegura que “el fenómeno se debe en gran medida a que el producto cubre una enorme demanda represada, pues alrededor del 94 por ciento de los colombianos aún no ha viajado en avión”. 
Ante el panorama, las compañías tradicionales tienen una posición clara. Según Eduardo Lombana, presidente de Copa Airlines Colombia, “la conectividad internacional que ofrece la aerolínea es superior y la estrategia está orientada a seguir optimizando nuestras ventajas competitivas”.

Los retos

Que el mercado presente nuevas dinámicas es algo normal, así que el gran reto radica en que los costos de la operación aseguren que los niveles de crecimiento que se vienen presentando sigan siendo sostenibles”, dice Lombana.
Esos costos de operación se ven impactados por la alta inversión que requieren las terminales de las ciudades intermedias que presentan deficiencias y estándares bajos de calidad. Y proyectos a todas luces beneficiosos como el nuevo Eldorado, que aspira a convertirse en el segundo aeropuerto de Latinoamérica si logra movilizar 26 millones de personas, implican también un costo mayor en tarifas aeroportuarias reflejadas en el precio final de los tiquetes. Otro factor es el precio de los combustibles, que hace que los costos de operación aumenten cerca de siete veces por encima de la inflación.
A pesar de que lo anterior es un golpe a la competitividad, Colombia sigue en el radar de turistas y empresarios. Hoy, en Latinoamérica, el país ocupa el tercer lugar en tráfico de pasajeros y de carga.

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