jueves, 7 de marzo de 2013

AQUÍ SE VEN LOS ACUERDOS


AQUÍ SE VEN LOS ACUERDOS

Foto Guillermo Torres / Semana

Los Tratados de Libre Comercio (TLC) han facilitado a muchas empresas entrar a diferentes mercados y posicionar sus productos.

Una prenda Lacoste no sería lo mismo sin la marquilla que la identifica. Finotex, una empresa colombiana nacida en Barranquilla en 1984, hace las marquillas para los productos que se venden en Latinoamérica de marcas como Levi’s, la ya mencionada Lacoste, Nike, Puma y Target, entre otras.
La empresa no solo produce una amplia gama de marquillas y etiquetas, sino que ofrece sus servicios para diseñar la identificación de una marca. En la actualidad es una de los más grandes productores en el continente americano y el séptimo a nivel mundial. Hoy vende en varios países del mundo, luego de comenzar con los vecinos Perú, Bolivia y Ecuador, que hacen parte de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Según Proexport, 162 nuevas empresas empezaron a exportar a Estados Unidos gracias a los beneficios del TLC.
El acuerdo comercial vigente entre estos países permite la libre circulación de las mercancías de origen andino entre sus miembros, por lo que ha sido de vital importancia para fortalecer sus economías y el crecimiento de sus empresas. Tal como explica Leonardo Camargo, gerente comercial de Finotex: “Pertenecer a la CAN y que todos los países sean vecinos geográficos, nos ha permitido tener un aprendizaje de mercados. Exportar a esos países ha sido una plataforma para conocer y llegar a otros”.
Según la secretaría general de la Comunidad Andina, en el primer semestre de 2012 Colombia aportó 38 por ciento del total de las exportaciones intracomunitarias de la CAN. Para una empresa como Finotex las exportaciones a los países andinos representan el 18 por ciento de sus ventas externas totales y, según Leonardo Camargo, la importancia de la CAN radica en que les permite ser más dinámicos y competitivos ante las nuevas exigencias de la internacionalización.

Mirando al sur

Después de 12 años de trámites e intentos, la empresa colombiana Embriogen pudo exportar los primeros 400 embriones bovinos de la raza Brahman a Brasil. “Ya nadie creía que se podía hacer”, comenta Julio Olaya, el médico veterinario que está a la cabeza de esta empresa. Ese primer éxito se presentó en octubre de 2011 después de cumplir en Colombia una serie de requisitos sanitarios para concretar la operación.
Foto cortesía Finotex
Embriogen lleva 20 años dedicada a la biotecnología reproductiva y produce embriones de ganado bovino por fertilización in vitro. De acuerdo con Julio Olaya, Colombia es el primer productor mundial de la raza Brahman, especializada en producir carne y muy bien adaptada a climas tropicales y subtropicales. Esta, la única empresa del país que exporta embriones bovinos, lo hace en el marco del acuerdo entre los países de la CAN (Ecuador, Perú, Bolivia y Colombia) con los del Mercosur (Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil), vigente en desde febrero de 2005.
Brasil es considerado uno de los líderes en materia de reproducción de raza Brahman mediante tecnología. Que Colombia exporte este tipo de productos a ese país muestra la competitividad que puede lograr el país en temas de biotecnología y los beneficios que puede obtener a través de los acuerdos comerciales.
El Mercosur está conformado por 216 millones personas y el acuerdo contempla la conformación de un área de libre comercio de bienes, tanto agrícolas como industriales.

¿Y Estados Unidos?

DOS CLAVES PARA APROVECHAR LOS TLC
1. Industria. Es necesario fortalecer este sector para ser competitivos en los nuevos mercados. En las últimas décadas la actividad ha disminuido sus exportaciones y su aporte al PIB nacional. La industria aporta hoy menos del 30 por ciento al total de las exportaciones colombianas.
2. Infraestructura. El atraso colombiano en materia de vías, puertos y aeropuertos es de diez a 15 años. La carencia y mal estado de puentes, ferrovías y terminales marítimas aumenta los costos logísticos para comerciantes y exportadores lo que hace que los precios de sus productos sean menos competitivos.
Los beneficios directos del TLC con Estados Unidos no se ven en la desgravación de los aranceles, pues la mayoría de los productos colombianos no los pagaban en ese destino por la Ley de Preferencias Arancelarias (Atpdea, por su sigla en inglés). Pero sí se ven en la estabilidad jurídica que tienen ahora los exportadores.
Así lo señala Alejandro Botero, gerente de exportaciones de Ladrillera Santa Fe: “Aunque nuestros productos tuvieran preferencia arancelarias para entrar al mercado de Estados Unidos, el problema llegaba cuando el Atpdea no era prorrogado”. Esta ley, parte del programa de lucha contra las drogas de George Bush padre empezó a regir para Colombia en 1992, pero en los últimos años su vigencia se establecía mediante prórrogas de corto tiempo que generaban un clima de incertidumbre entre los empresarios.
En varias ocasiones en los que se demoró la extensión, las empresas tuvieron que negociar exportaciones incluyendo en sus costos los aranceles. Ahora, el TLC es una plataforma segura que le garantiza permanentemente la exención de los aranceles y la posibilidad de hacer negocios a más largo plazo.
Por otro lado, también ha crecido el número de empresas exportadoras a Estados Unidos. Según Proexport, 162 nuevas empresas que pertenecen principalmente al sector de la agroindustria, empezaron a vender a ese país gracias a los beneficios del TLC.

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