jueves, 7 de marzo de 2013

DE TÚ A TÚ


DE TÚ A TÚ

Foto Narinder Nanu - AFP

Los tratados de libre comercio bilaterales fueron impulsados por la lentitud en las negociaciones multilaterales y por la falta de compromisos de las potencias económicas para facilitar una competencia equitativa con los países en desarrollo.

Cuando el primer director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Peter Sutherland, dejó su cargo en 1985 dijo: “Las negociaciones bilaterales son comprensibles y correctas. No hay nada malo en ellas, en la medida en que los resultados se multipliquen”.
Su posición era contundente. La OMC –sucesora del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (Gatt), establecido en 1947, que buscó reglamentar el comercio internacional con principios de beneficio mutuo y reciprocidad– mantendría como prioridad las negociaciones de acuerdos multilaterales que redujeran los aranceles y las barreras comerciales entre los países. Pero las rondas de negociaciones realizadas desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta ese momento ya daban muestras de que pasar de las palabras a los hechos sería mucho más complicado que simplemente firmar actas de compromiso.
En 2001 comenzó la nueva apuesta por la liberalización del comercio con la Ronda de Doha (Qatar), que tiene como prioridad el sector agrícola y que hasta hoy busca que más de 150 países reduzcan las barreras arancelarias y algunos de los subsidios a la producción nacional, que no facilitan el ingreso de las exportaciones en condiciones competitivas.
La integración fomenta la especialización del trabajo y facilitan la obtención de economías de escala, lo que contribuye a aumentar la productividad
Las cosas, sin embargo, no parecen haber cambiado mucho. Según el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, la Ronda, como ocurrió en ocasiones anteriores, no logra sintonizar los intereses de los países en desarrollo con la agenda planteada por las grandes potencias, y las acusaciones mutuas de imponer los intereses particulares por encima de las negociaciones impiden lograr consensos realmente importantes.
La Ronda de Doha “ha hecho poco para abordar sus preocupaciones en agricultura y los problemas planteados por las barreras no arancelarias. No ha dado prioridad a una agenda sobre el sector de servicios de los países en desarrollo y no se han reformado los procedimientos básicos”, explica el economista estadounidense.
El plan b...ilateral
La lentitud de la mesa de negociaciones, sumada a las necesidades de países como Estados Unidos y las naciones europeas por satisfacer la demanda interna e impulsar sus exportaciones a gran escala, poco a poco hicieron que los países interesados comenzaran a mirar otras alternativas de integración comercial.
Foto Peter Ginterr / AFP
En el mapa pronto aparecieron más vigentes que nunca las negociaciones bilaterales de acuerdos comerciales y los Tratados de Libre Comercio (TLC). Así se pusieron en boga para facilitar el acceso a mercados específicos en corto tiempo, con reglas de juego claras en que las dos partes están de acuerdo. Hernán Vallejo, profesor asociado de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes explica que, “en un mundo ideal, lo deseable serían rondas multilaterales que liberaran el comercio a nivel de todos los países del planeta. El problema es que completar dichas rondas puede tomar muchos años y hasta décadas, pues poner de acuerdo a más de 150 países no es tarea fácil. Además, cuando se han completado esas rondas, no se ha logrado liberar totalmente el comercio entre las naciones participantes”.
APUESTAS POR EL COMERCIO MULTILATERAL
- Gatt (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio)
Creación: 30 de octubre de 1947 – Ginebra, Suiza
Miembros fundadores: 23 países (12 economías desarrolladas y 11 en desarrollo, entre ellas Colombia, que se adhirió en 1981, pero en 1992 renunció a las preferencias que otorgaba el acuerdo.
Objetivos: reducción sustancial de aranceles, eliminación de barreras comerciales y de prácticas discriminatorias en el comercio internacional Rondas de negociación: ocho (Ginebra, Annecy, Torquay, Ginebra, Dillon, Kennedy, Tokio y Uruguay) 
En 1995 le dio pasó a la OMC
- OMC (Organización Mundial del Comercio)

Creación: 1 de enero de 1995. Se dispuso en la Ronda de Uruguay (1986 – 1994)
Miembros fundadores: 123 países
Miembros actuales: 157 países. Colombia es miembro desde el 30 de abril de 1995.
Objetivos: liberalización de aranceles, ayuda interna y subvenciones a la exportación, sustitución de todas las restricciones y supresión gradual de las restricciones a la exportación.
Rondas de negociación: Doha. Comenzó en 2001 y hoy sigue vigente.
A los países pequeños –agrega Vallejo– los TLC, en cambio, les permiten promover la competencia, mejorar la asignación de recursos a una u otra actividad económica y garantizar mayor bienestar a su población, en menor tiempo.
Y es que la apuesta por las negociaciones comerciales bilaterales parece ser para largo. Este tipo de acuerdos establece reglas claras de juego que mejoren la disponibilidad, la cantidad, así como la variedad y los precios de los bienes y servicios que entran a hacer parte, y que hagan más competitiva la industria local frente a la foránea. Esos son los principales argumentos para apostarle a liberar los mercados bajo este mecanismo.
En palabras de Salomón Kalmanovitz, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano: La integración comercial y de inversiones entre países fomenta una mayor especialización del trabajo y facilita la obtención de economías de escala, que contribuyen a aumentar la productividad”. De esa manera –agrega– el comercio progresivo entre las naciones favorece el crecimiento de cada uno de los socios y, en el caso de los países en desarrollo, “la economía nacional se ataría a otra economía mayor que tiene una larga trayectoria de crecimiento sostenido y buenas políticas macroeconómicas y prudenciales, pudiendo disfrutar entonces de mayores crecimientos en el largo plazo y de mayor estabilidad económica y financiera”.
No obstante dichos argumentos, economistas como Joseph Stiglitz consideran que si los TLC no están encaminados realmente a futuras negociaciones multilaterales, “una serie de estos acuerdos puede dejar a muchos países en desarrollo en una situación peor de la que tendrían, incluso, con otro acuerdo multilateral injusto”.
Vallejo asegura que si bien los términos de una negociación pueden alterar el balance entre países desarrollados y en desarrollo, en casi todos los acuerdos se reconoce una asimetría. “Ahora, los TLC son señales para el uso más eficiente de los recursos disponibles y ello quiere decir que unos sectores pueden florecer y otros pueden perder tamaño, o desaparecer”.

1 comentario:

  1. mantendría como prioridad las negociaciones de acuerdos multilaterales que redujeran “ha hecho poco para abordar sus preocupaciones en agricultura

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