jueves, 7 de marzo de 2013

UNA DULCE CONQUISTA


UNA DULCE CONQUISTA


Foto cortesía Súper de Alimentos

La empresa manizaleña Súper de Alimentos, nacida como un pequeño negocio familiar, hoy exporta más del 60 por ciento de su producción.

La bonanza cafetera fue el punto de partida. Entre 1976 y 1980 el país aumentó los ingresos que recibía por las ventas externas del grano casi 40 por ciento –gracias a las heladas que se registraban en Brasil–. Esta fue la clave para que una pequeña empresa de dulces y turrones de coco, montada en Manizales en 1948 por Federico Peters, comenzara su camino para convertirse hoy en la segunda compañía de confetis y dulces del país.
En 1959, Peters decidió vender la Fábrica de Dulces Superman –como la había bautizado– a Roberto Muñoz y Anita Salazar, quienes decidieron llamarla Supercoco. El pequeño negocio fue de a poco cautivando más clientes, comenzó a posicionarse en el mercado caldense y a ganar terreno en el país.
Veinte años después ese buen caminar atrajo el interés de tres empresarios, que se habían dedicado principalmente al negocio del café: Bernardo Henao, su cuñado, Nazario Restrepo y Diego Bernal. Ellos le compraron la compañía al matrimonio Muñoz Salazar con las ganancias obtenidas en los años anteriores con los buenos precios del café.
La empresa tiene hoy en el mercado 18 marcas y exporta a más de 25 países de América, Europa y África.
La estrategia de la nueva administración se basó en innovar y pronto la empresa se transformó. Pasó de una pequeña sede, a contar con una planta de producción a las afueras de Manizales, en la zona industrial, y en 2003 cambió su razón social definitivamente a Súper de Alimentos. El portafolio de productos también se amplió y se diversificó muy pronto. De solo fabricar y comercializar Supercoco en sus comienzos, hoy tiene en el mercado 18 marcas de gomas, dulces masticables, dulces duros, mentas y caramelos, entre otros.
Además, su proceso de innovación le permitió ser la primera compañía en producir un caramelo relleno de chocolate y convertirse en líder del mercado de gomas en Colombia.

¡A rodar!

Pero el país pareció quedarse pequeño. A comienzos de la década de 2000 y ante la inminente caída del comercio con Venezuela, lugar en el que estaba concentrada la mayoría de las exportaciones de Súper, la compañía decidió abrir mercados en la región y nombró gerentes comerciales en Ecuador, Chile, Bolivia, Perú, Centroamérica, Estados Unidos y el Caribe.
Y funcionó. Ganó la licitación de la marca de chicles canadiense Dubble Bubble, la más importante de ese país, para encargarse de la producción de chupetas en Estados Unidos. El negocio le significó a la compañía manizaleña la entrada con uno de sus productos a las tiendas de grandes superficies Walmart.
Súper también logró conquistar los paladares europeos y africanos. Entró a Alemania al cerrar un negocio con una empresa de ese país a la que convenció con la fabricación de un caramelo que hasta ese momento solo lo producían una empresa brasilera y otra europea. En África ocurrió algo similar. Ganó la licitación de la compañía de alimentos más grande de Sudáfrica, Tiger Brands, para producir chicles para comercializar en la región.
Súper pasó de exportar en la década de los ochenta a Perú y Venezuela, a cerrar negocios en más de 25 países en los últimos cinco años, con más del 60 por ciento de su producción

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